Exposición de pintura de Miguel Ángel López Expósito
Etimológicamente, diálogo es conversación a dos voces: comunicación, discurso, discusión. La pintura de Miguel Ángel López Expósito constituye claramente un diálogo creativo entre el arte contemporáneo y la Antigüedad, representada por el mundo clásico y el islámico, y también por el exotismo –no tan lejano– de los paisajes rurales y tribales de Marruecos: cerámicas y mitos griegos, esculturas romanas, paisajes y monumentos de al-Andalus o del Rif marroquí. Una obra, en su conjunto, vibrante de color (manifestado hasta en los tonos de esos fondos que evolucionan hacia la abstracción), pero también vibrante de emociones.
“Diálogos del pasado” representa la perfecta conjunción entre la visión personal de un artista y el concepto de un Museo como el de Écija: patrimonio arqueológico y creación artística en mutua interlocución, compartiendo un mismo espacio museístico. Una feliz síntesis entre lo antiguo por excelencia –lo arqueológico– y lo nuevo por definición –la creación artística–. Un verdadero diálogo… Las pinturas de Miguel Ángel López Expósito nos colocan frente a frente con la vigencia del pasado. Así, en su pintura del Efebo de Antequera –por ejemplo– uno siente que la escultura cobra una inusitada vida ante sus ojos. Los vasos griegos o ibéricos –piezas arqueológicas reales– son tratados con una delicadeza y contemporaneidad propias de los famosos bodegones de Giorgio Morandi: su fuerza reside en lo que sugieren, casi como en un susurro llegado desde el pasado. Quizá el hecho de que muchas sean pinturas al óleo directamente sobre madera añade una materialidad primigenia.
Y es que, a la vez, esos diálogos del artista apelan directamente a la memoria y la emotividad del espectador: lo toman de la mano y le hacen participar de ese discurso que él nos propone. Nostalgia, melancolía, conexión con lo eterno... Con toda seguridad, cada visitante encontrará en la exposición sentimientos y emociones a su medida: su propio diálogo, en definitiva.