Los riquísimos fondos del Museo ABC abren sus puertas para mostar más de 130 obras de 40 mujeres que fueros pioneras en el mundo de la ilustración y silenciadas desde finales del siglo XIX hasta hoy.
En marzo de 1931 el Lyceum Club Femenino abría sus puertas al I Salón de Dibujantas, todo un hito para las mujeres que luchaban por hacerse un sitio en el mundo del arte.
Sin duda, habían concurrido a muchas exposiciones de la época, pero siempre relegadas a un segundo plano y soportando una crítica condescendiente y paternalista que solía reducirlas a la condición de «señoritas» que pintaban con primor por mero entretenimiento. Tan solo unas pocas merecieron críticas más serias, pero, en estos casos, su obra siempre era tildada de «masculina», eran buenas porque pintaban según los cánones de los hombres. Por esta razón, la exposición Dibujantas constituyó un éxito sin precedentes.
Las pintoras reclamaban, y casi habían conseguido, un estatus propio como merecedoras de atención por sí mismas y, sobre todo, por hacer de esta actividad su medio de trabajo.
Uno de los aspectos del mayor interés fue su dedicación al campo de la ilustración, tarea que podían realizar con relativa facilidad desde su casa y que les proporcionaba unos ingresos vitales apuntando a un digno futuro profesional. En este sentido, Blanco y Negro y ABC, tuvieron un papel protagonista al dar oportunidades de trabajo a un grupo de mujeres ilustradoras, no excesivamente numeroso, pero sí muy significativo en su calidad.