Se exponen dos obras fruto del legado del hispanista inglés John Elliott y de su esposa Oonah, fallecida en 2023: la "Alameda de Hércules", que pasa a formar parte de la colección del Museo de Bellas Artes de Sevilla, y el "Retrato del conde-duque de Olivares", legado a la Asociación Gaspar de Guzmán.
Alameda de Hércules
Anónimo sevillano, siglo XVIII
Óleo sobre lienzo, 102 x 158 cm
Legado John y Oonah Sophia Elliott, 2024
Representa uno de los espacios urbanos más importantes de la Sevilla de final del Renacimiento y del Barroco. Considerado el primer paseo intramuros creado en Europa, supuso una novedosa creación urbanística, convirtiéndose en modelo para bulevares similares en otras ciudades de España y América. En la vista se aprecian las acequias y los pequeños puentes que las salvan, así como la Cruz del Rodeo, las fuentes que decoraban la avenida central y, en lugar destacado en primer término, las famosas columnas romanas rematadas por las esculturas de Julio César y Hércules. Faltan las otras dos que, siguiendo la reforma urbanística promovida por el asistente Larumbe, fueron colocadas al fondo del paseo en 1764, por lo que la obra debe de ser anterior a esa fecha. El óleo supone también un acercamiento a la sociedad sevillana del XVIII al retratar a hombres y mujeres de clase alta paseando, así como a tipos populares, miembros del clero, vendedores callejeros y hasta a un aguador rellenando cántaros en la fuente central.
Retrato del conde-duque de Olivares
Taller de Diego Velázquez
Óleo sobre cobre, 9 cm
Depósito de la Asociación Gaspar de Guzmán. Conde Duque de Olivares, 2025
Como una figura de busto se presenta este retrato de Gaspar de Guzmán y Pimentel, la figura política más relevante del reinado de Felipe IV. La obra sigue el modelo de la miniatura conservada en la Galería de las Colecciones Reales de Madrid, que a su vez deriva del retrato del Hermitage de San Petersburgo, ambos atribuidos a la mano del propio Velázquez.
Ante un fondo con un amplio cortinaje, la figura representa la conocida fisonomía del personaje, un hombre en la cincuentena con el característico peinado de la época: melena con patillas, bigote de puntas elevadas y perilla. Viste también la indumentaria de moda: un sobrio traje negro con golilla almidonada y la cruz de la orden de Alcántara en el pecho y las mangas.