Exposición del artista portuense afincado en Huelva José Luis Domínguez.
En esta muestra el pintor recorre a través del paisaje el ciclo natural del agua, que a modo de metáfora, pretende reflejar el propio ciclo de la vida. Sus paisajes representan una visión contemplativa sobre la belleza de la naturaleza. En esta selección de obras podremos observar el agua en diferentes fases, desde su nacimiento, su recorrido natural, su integración en los paisajes urbanos y su desembocadura.
Más allá de discursos complejos la obra se detiene en algo más sencillo pero no por ello menos importante, en el placer de la observación y el disfrute de nuestro propio tiempo. El artista en esta colección de paisajes, transforma sus cuadros en objetos, ventanas donde podremos asomarnos para acompañarle en un viaje que trasciende más allá de la imagen. Las sucesivas capas de pintura magistralmente puestas se esmeran en el pequeño detalle, para adentrarse a recorrer con mimo el mínimo espacio pictórico. Cada parte del cuadro funciona a modo de armonía coral en la que todo acaba ocupando su propio lugar, un todo que debe estar conectado.
En cada mirada el espectador podrá descubrir nuevos detalles, que le harán adentrarse en el propio cuadro absorbiendo su tiempo para acompañar al artista en su esmerada producción. Sus cuadros se distancian de las imágenes de consumo a las que estamos ya tan acostumbrados a percibir en redes sociales. En sus cuadros el espectador es capaz de percibir el tiempo hecho pintura, nos devuelve el verdadero valor de la vida, el valor de nuestro tiempo.
Con esta colección de paisajes José Luis nos acompaña de la mano a repasar lo vivido, para convertirse en un viaje interior. Una visión distanciada del propio objeto, reinventando la realidad para hacerla suya, para hacerla nuestra, para hacerla obra de arte. Su lenguaje se basa en la experiencia de los clásicos huye de los artificios fotográficos para recrearse en el lenguaje puramente pictórico. Su pincelada expresiva y modelada recorre la superficie del cuadro dejando una huella que nos permite sentir el recorrido del pincel y nos traslada al momento de la propia ejecución del artista.