Obras de Pedro Jesús Rodríguez Sánchez, ‘Kapry’.
Kapry busca objetos, busca ideas, busca maneras y encuentra. Su obra está conectada, no es fortuita como podía ser un ‘readymade’ que implicaba otro tipo de reflexión más pendiente del conflicto que de la armonía poética, ese es el punto fuerte y auténtico que tiene Kapry en su trabajo.
De esta forma, Kapry no es un pintor al uso, es un poeta visual, un trovador que nos cuenta historias sin palabras, que echa mano a la cultura popular para explayar toda su cosmogonía, fresca, auténtica, mestiza. En este sentido, nos plantea en cada una de sus obras un poema sin texto, una posible biografía de un encuentro fortuito con un objeto y las implicaciones que Kapry establece en ella, en una dialéctica cuyas raíces culturales están arraigadas con lo que es popular, el rock and roll, los libros de citas, los mercadillos, y por otro lado, con lo andaluz, con lo chiclanero para hilar más fino, en un mestizaje que lo vincula a la vez, a lo universal: hay sátira, humor, reflexión, anarquía, belleza, inconformismo…