De José María Díez
José María Díez nace en Almedralejo (Extremadura) en 1966, aunque vive y trabaja en Cádiz. Desde la infancia siente atracción por las artes y por ello se titula como diseñador de interiores en la Escuela de Artes Aplicadas de Mérida, dedicándose profesionalmente a esta actividad desde su propio estudio. En esta época, en sus proyectos incluye, a menudo, murales de gran formato y compagina el diseño con la pintura. Aunque con paréntesis dominados por el informalismo y por el arte povera, desde sus inicios se interesa por el paisaje, tanto rural como urbano. Su entorno natural, así como la arquitectura que tanto le atrae, adquieren un papel predominante en esta etapa realista. En ella, el detalle, muy poéticamente interpretado con una pincelada segura, es sólo una anécdota en el cuadro, donde impera la luz y el gusto por el espacio transitado.
En 2012 se traslada a Cádiz. Desde entonces, se dedica exclusivamente al arte. Decide ahondar en el realismo interpretando la luz y el espacio de una forma diferente. Para ello se olvida del color e investiga un lenguaje plástico dotado de una poesía esquemática, pero plena de matices. Según palabras del propio autor, “dicen que mis obras de grafito atrapan por la calidez expresiva encarnada en las texturas, en los contrastes, en las delicadas gradaciones que guardan las sombras y las luces. Y yo digo que, cuando me siento a trabajar, lo único que pretendo es reflejar un universo en el que se contrapongan la mano del hombre frente a una naturaleza intacta. Quiero expresar en mis papeles escenas de un carácter atemporal donde si algo debe predominar es la emoción, que es la verdadera finalidad del arte.” Y creemos que lo consigue a la perfección.