La Fuente de los Leones no es solo el objeto de mármol que hay en el centro del patio del palacio que hizo Muhammad V en la Alhambra; es la suma de infinidad de realidades superpuestas a ella.
La muestra recoge documentos e imágenes como el primer poema latido de 1497 que describe la fuente, fantasías científicas sobre su estado original o distintas perspectivas desde el orientalismo hasta los videojuegos.
Esta exposición no establece juicios de valor sobre los orígenes de la imagen de la Fuente de los Leones en unas manifestaciones u otras.
Asume lo fantástico le es connatural desde sus inicios y escoge la fantasía como eje para seleccionar un conjunto que pretende ser divertido, aunque no sea necesariamente inocente.
Los comisarios de la exposición son Silvia Segarra Lagunes y Gonzalo Sánchez Candenas; el asesor es Javier Piñar Samos y la idea de la exposición y textos proceden de José Tito Rojo.