Tenemos el honor y el placer de presentar la primera exposición conjunta de Juan Carlos Mestre (Villafranca del Bierzo, León, 1957), y Alexandra Domínguez , (Concepción, Chile, 1956).

Y el primer recital poético mano a mano. A pesar de formar un feliz matrimonio en lo personal y en lo artístico desde 1978, nunca hasta ahora se habían unido para mostrar su arte conjuntamente.

En esta ocasión contamos con una selección de sus obras más recientes, junto con algunas anteriores que por primera vez presentamos, alrededor de cincuenta entre grabados- monotipos de Alexandra y grabados, acuarelas, monotipos litográficos con collage, esculturas, libros de artista de Mestre y poemas de ambos, que inundarán nuestra sala del personal y mágico universo que comparten, con sus singularidades y sus coincidencias, estos dos grandes poetas y artistas visuales . No olvidemos que Mestre cuenta, entre otros , con el Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura de 2009, el premio Nacional de la Crítica Literaria, de 2012 y con una mención de Honor en el Premio Nacional de Grabado de la Calcografía Nacional de Madrid, de 1999, entre otros galardones literarios y artísticos, y que Alexandra ha recibido también importantes premios como el Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez en el 2000 o el Gran Premio Nacional Salón Sur de Pintura , en Chile, en 1989.Sus obras han estado presentes, en un lugar destacado, en nuestra galería, desde 2004, tras la exposición “Juan Carlos Mestre, grabados y poemas”, que celebramos entre mayo y junio de aquel año, habiendo ido incorporando sucesivamente nuevas obras de ambos, y habiendo contado con ellas para diferentes muestras colectivas. Aunque sus orígenes son muy dispares, y no se conocieron hasta 1977, año en el que coincidieron estudiando periodismo en La Universidad Autónoma de Barcelona, comparten una misma motivación y sensibilidad en su relación con el Arte y la Poesía, que no es otra que la de defender los derechos de los más débiles y devolverles la dignidad perdida, mediante la Palabra, como así declaran tanto Mestre al definir su escritura como “Poesía de la Conciencia”, en el sentido de compromiso ético con la existencia, sobre todo de los más débiles, como Alejandra , afirmando : “…la poesía vivía para mí en los suburbios, en las zonas de peligro de mi realidad, te nombraré pobreza, …lo ajeno empezó a conmoverme como única realidad de lo propio.” Además ambos han bebido y beben de las mismas fuentes, los poetas anglosajones Whitman, Byron, Keats, Dickinson etc, los franceses Rimbaud, Verlaine, Saint John-Perse…, los amigos latinoamericanos Nicanor Parra, Gonzalo Rojas ,… y los españoles Antonio Gamoneda, Rafael Pérez Estrada…, y se han enriquecido mutuamente, compartiendo esas fuentes y siendo fuente a su vez cada uno para el otro, conviviendo en un universo visual y poético que brota en el caso de Mestre de una imaginación desbordante, con una exhuberancia ornamental y estética del todo inusual, ensartando inagotables secuencias de riquísimas y visionarias imágenes, tanto las escritas como las grabadas o pintadas, de un surreal barroquismo, portentoso y deslumbrante, lúcido y osado, ácido y tierno a la vez, sin perder nunca el pulso solidario con los que sufren, con los desheredados de la tierra, pulso que en Alexandra no decae, emanando de un modo más sereno, aunque también muy abundante y prolífico en sus elementos visuales y “sígnicos”, con un imaginario que, aunque propio, se aproxima a los planteamientos estéticos, según la crítica, de Matta, Miró, Klee o Kandinsky. Encontrando ambos universos, a pesar de las diferencias, numerosos puntos de encuentro y diálogo, en los que se aprecia una recíproca influencia.