De MONTSE CARABALLO.
13 óleos, 7 dibujos y 4 piezas de técnica mixta, dan rienda suelta a un rico discurso imaginario construido a base de pequeñas imágenes que encajan como un puzle, formando un todo.
Ordenadas representaciones donde la composición final es un emblema o icono que domina siempre el cuadro. Como si un espejo atravesara el eje de la obra, los emblemas se rigen por una disciplina simétrica. De su obra destaca, sobretodo, un enorme sentido espiritual que nace del subconsciente. Montse compagina la pintura y el dibujo con la ilustración y el diseño.