Exposición de Gisèle Freund.
La colección de retratos que componen la exposición En el sur tan distante está centrada en la red cultural tejida en América del Sur durante la posguerra mundial y las décadas posteriores, y muestra un rico paisaje cultural con vocación cosmopolita y transatlántica. Gisèle Freund fue la artífice de este repertorio de iconos fotográficos de grandes intelectuales del siglo XX durante los años en que vivió en varios países de América del Sur, a los que llegó desde su refugio parisino, donde comenzó su huida del nazismo. En su trabajo, que había iniciado como reportera de prensa en Alemania, practicaba el concepto de democratización de la imagen que acuñó ella misma, enfocado en la naturaleza documental del medio y sus usos sociales. Como retratista, en lugar de interesarse por la técnica o la forma, destacó por su capacidad para registrar el aura de las personas tras su máscara.
Gisèle Freund (Berlín, 1908-París, 2000) fue una fotógrafa excepcional, nacida en Alemania y de origen judío. Su padre le regaló una Leica cuando era adolescente. Estudiante de la escuela de sociología de Frankfurt, en sus primeros trabajos se revela fundamentalmente como fotoperiodista, y son un reflejo de sus ideas políticas, por las que deja su país con el ascenso de Hitler al poder y se instala en Francia. Allí, a mediados de los años 1930, empieza a captar con su objetivo rostros y momentos de la vida de artistas y escritores, lo que define un rumbo nuevo y duradero en su obra. Genera también un legado compuesto de importantes escritos sobre fotografía, como su tesis, defendida en la Sorbona en 1936 en un acto al que acudió Walter Benjamin pero que se divulgó en los años 70 con el título La fotografía como documento social, considerado un texto de vanguardia en la sociología de la imagen. Trabajó arduamente hasta la década de 1990, cuando se le dedica una gran retrospectiva en el Centro Pompidou de París.