De LUIS VÁZQUEZ y MAR DE ALBORÁN
Paisajes de la inmigración.
La exposición de Luis Vásquez en la Galería-Taller Gravura de Málaga a partir del veinticuatro de Junio, es solo parte y resumen de de una obra mucho más amplia y compleja.
Todo comenzó con un viaje vacacional a Marruecos hace ya mucho tiempo. La seducción de África actuó de inmediato y Luis se creía, como tantos otros europeos desde hace siglos, en una “tierra prometida”, donde era posible recuperar el Paraíso. Las estancias cada vez más prolongadas, la convivencia y las experiencias vividas, tejieron una red de posibilidades que un artista siempre aprovecha para generar su obra.
Luis es un “constructor” casi en el sentido literal del término, su apego y habilidad para captar las cualidades de la materia y su capacidad para transformarla, revelan su vocación escultórica en el sentido más amplio y actualizado del procedimiento, pero también es un sentimental y no le interesa sólo la satisfacción del hallazgo, necesita comunicarlo de forma reflexiva y concienciada, alejado por completo del exhibicionismo intimista y con el compromiso valiente de un activismo militante.