Como si de un hallazgo arqueológico se tratase, Rocío presenta piezas de uso cotidiano que se revisten de tierras y pigmentaciones rememorando de forma ficticia los restos de la mítica civilización de la Atlántida.
Los tonos turquesas y azules combinados con rojizos y sepias recuerdan la paleta de colores del entorno de la desembocadura del Guadalquivir; señalado como posible localización de Atlantis. Mientras que los motivos decorativos ofrecen el aspecto de fragmentos o restos.