La muestra ‘Gaditanas en la Memoria’, producida por el Servicio de Memoria Histórica y Democrática de Diputación de Cádiz, sigue recorriendo distintas poblaciones de la provincia y en esta ocasión recala en Espera.
En la muestra aparecen referencias de personas significadas por su activismo social, junto a otras que fueron asesinadas por ser familiares de políticos o sindicalistas locales. Así, se homenajea a las quince mujeres de Grazalema que fueron sepultadas en la fosa de Retamalejo; a Ana Jiménez, de Alcalá de los Gazules; a las fusiladas del valle de La Sauceda y enterradas en las fosas de El Marrufo; a la gaditana Milagros Rendón Martell; a la jerezana María Luisa Cobo Peña; a Soledad Candón Macías, apodada La Abanderada y fiel exponente de las Carilanteras de Paterna de Rivera; a Juana Aguilar ‘La Moricha’, de Trebujena; a María Silva Cruz ‘La Libertaria’, superviviente de los sucesos de Casas Viejas y asesinada en agosto de 1936 tras ser detenida en Paterna; a Carmen Hombre Ponzoa, maestra nacida en San Fernando y con plaza en Jerez donde fue asesinada por defender valores no concordantes con el catolicismo; y a la veintena de maestras nacionales que fueron sancionadas por las comisiones depuradoras.
Al menos 106 mujeres tuvieron que someterse a los tribunales constituidos por los golpistas. Pero en ese dato no aparecen las víctimas de la etapa más cruenta –de julio de 1936 a marzo de 1937- en la que se impuso un terror sistemático en aplicación del bando de guerra. Víctimas que no fueron declaradas como tales y que se reconocían como desaparecidas. Ahora aparecen, al menos el recuerdo de algunas de ellas, de la mano de la exposición ‘Gaditanas en la Memoria’.