Muestra que reúne las tres piezas del pintor Revello de Toro: Tríptico Mediterráneo, Confidencias y Sueño de eterna evocación.
El ‘Tríptico Mediterráneo’ es, según los expertos, el óleo de gran formato más logrado del pintor malagueño. En él, Revello lleva a cabo un ejercicio de virtuosismo. Se concibe como un canto a la tradición clásica, a la estética heredada de Grecia y Roma. Como es habitual en el artista, resulta también un canto a la figura humana, especialmente femenina. En esta obra se aprecia una relación con la mitología, que vincula a su propio universo personal. En el centro, aparece su musa por antonomasia y actual esposa, Mª Rosa, revestida, como el resto de las figuras adultas, con una túnica de inspiración greco-romana, y de tonos beige, a la manera de una diosa del panteón clásico. El cuerpo de la derecha alberga a él mismo y a su familia, su entonces esposa, Chini , y su hija Carmen. Por su parte, el cuerpo de la derecha está dedicado a otras dos de sus modelos. Una de ellas es Sagrario Huelin con su pequeña hija. Y, de fondo, el Mediterráneo. De alguna manera, esta obra está claramente influida por el concepto dorsiano de Mediterraneidad.
También tributaria de la mitología clásica, la obra titulada ‘Confidencias’ se puede glosar como una de sus interpretaciones pictóricas del mito griego de las Tres Gracias: Eufrosina, Talia y Aglae, hijas de Zeus, que representan el encanto, la alegría y la belleza. Aquí se materializan en un diálogo íntimo entre Mª Rosa, su actual esposa, y las hijas de ésta. En la obra están presentes sus característicos blancos y sus trasparencias, así como su peculiar modo de presentar los cuerpos femeninos con su carga de insinuante erotismo.
Y, finalmente, ‘Sueño de eterna evocación’ está concebida como una reinterpretación muy personal de las creaciones de la Escuela Malagueña de Pintura del siglo XIX con la figura femenina de Sagrario Huelin, como protagonista, adormecida sobre un sofá estilo imperio.