Celebrada con motivo del noventa aniversario de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir,
Cuenta con el valioso patrimonio del Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla y de muchas otras instituciones.
Esta Exposición aspira, en definitiva, a mostrar los testimonios y el fruto de largos años de interacción entre el río Guadalquivir y la civilización forjada en la tierra por la que discurre.
La construcción de una imagen
El punto de partida de esta Exposición es el descubrimiento, en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, de un manuscrito del siglo XVIII sobre el río Guadalquivir. En él se alude a dos láminas, la primera de las cuales es descrita como representación del «...estado antiguo del Betis hasta ahora no visto, ni publicado por algún escritor hidráulico». El autor, que se autotitula «arquitecto del agua», vierte a lo largo del texto sus opiniones sobre el río, haciendo un recorrido desde un pasado mitológico hasta un futuro mejorable. «Estas materias —dice—se pueden ver y conocer con toda claridad en la segunda lámina». Las dos láminas anunciadas, sin embargo, están ausentes del manuscrito, el nombre de cuyo autor, Matías de Figueroa, sólo nos es revelado al final, en un pequeño trozo de papel escrito con una caligrafía diferente. Se pone así en marcha el proceso de construir una imagen.
El hombre y el río
Concurre a esta exposición una larga serie de documentos de muy distinta naturaleza, objetos vividos o soñados, que, alojados en la memoria a lo largo de casi tres milenios, nos invitan a mirar al futuro. A la relación con el agua como recurso de riqueza y fuente de vida, se contrapone la percepción negativa del río como amenaza, sobre todo por las riadas, frecuentes y devastadoras. Esa doble relación, que lleva por una parte a la utilización y explotación del río, y por otra la búsqueda de soluciones frente a los peligros que entraña, da pie a un espacio dedicado al río como espacio domesticado. Se suma a estas percepciones la que proporciona el origen mítico, la tradición historiográfica clásica, y la dimensión simbólica. Frente a ello, es fundamental la aportación de veracidad a través de la documentación fotográfica, traída como testimonio de acciones basadas en el rigor de los proyectos y ejecutadas en base a los avances de la técnica que han materializado en el Río sus transformaciones más importantes.
Organiza: Biblioteca de la Universidad de Sevilla, con la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente) y el Archivo de Indias (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte)