HECATOMBE es una pulsión que atraviesa toda la obra de Ramiro Tapia (Santander, 1931). Obra radial. Radical. Radio-activa. Desde un centro de imagen desplegándose en actividad sin cuento hacia fuera –arquitecturas y biologías que no están en los escritos–, y hacia dentro -laberintos, figuraciones de lo imposible. Y en el envés, sus Ogros. Seres desbocados de naturaleza. Mutantes. Catástrofes de lo humano. En su propio viaje de lo visceral a lo robótico. Bestias de la devastación o tal vez Ángeles travestidos de Demonio.