El centro de cultura contemporánea de la Diputación de Málaga, La Térmica, acogerá desde el 2 de octubre y hasta el 8 de diciembre la exposición ‘Hiroshima y Nagasaki: cultura de paz’, una muestra de 45 imágenes de la fotógrafa Toñi Guerrero.
La muestra se centra en las miradas y los rostros de los hibakusha (supervivientes de las bombas atómicas) y también de miembros de segunda y tercera generación de los afectados.
El proyecto combina en imágenes y texto la tristeza y el drama de los acontecimientos de 1945, con la capacidad de los habitantes de Hiroshima y Nagasaki de afrontar esta situación con alegría y optimismo.
Hiroshima y Nagasaki mantienen un claro y activo compromiso de educación para la paz y contra la proliferación de las armas nucleares. Precisamente el 2 de octubre, fecha de la inauguración, es el Día Mundial de la No Violencia. El pueblo japonés vive el trauma del conflicto de una manera muy distinta: supera las adversidades en una clara simbiosis con la armonía interior.
Esta iniciativa está alineada con el punto 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, denominado ‘Paz, justicia e instituciones sólidas’.
La autora
Toñi Guerrero Barrionuevo (Málaga, 1971), especializada en fotografía social, retratos y fotoperiodismo, ha publicado sus trabajos fotográficos en El Confidencial.
Sobre su trabajo ‘Hiroshima y Nagasaki: cultura de paz’, Guerrero explica que “en Hiroshima y Nagasaki he percibido un dolor antiguo. Se ve en las personas mayores, quienes estuvieron cerca de aquellos acontecimientos. Se percibe distinto en los más jóvenes y distanciados de la historia, salvo aquellos que tienen sensibilidad por el tema o están muy conectados a sus mayores”.