De EDUARDO DÁCOSTA
El proyecto se materializa en fotografías realizadas en distintas ciudades del mundo. Imágenes de vaciados en yeso de esculturas: desde las excelentes copias de los Museos Vaticanos hasta los souvenirs más kitsch del Chinatown newyorkino.
Una reflexión sobre la importancia que tuvieron las copias y reproducciones, tanto en el estudio y conocimiento del arte como en la afirmación personal del status de muchos viajeros a lo largo, de los últimos doscientos años.
Fruto de esta preocupación fue ya, la exposición de 2009 titulada “Apariencias” o posteriormente en 2012, el trabajo titulado “Vallas”. Ahora, al fotografiar todo un repertorio de copias, de reproducciones y de réplicas de distinta índole, busca que el espectador descubra a través de las pistas que puedan aportar los elementos fotografiadas, la realidad del original desconocido. Es también una manera de acercarse a la popularización de la cultura y a ciertos rasgos de la sociedad de consumo con lo que a veces suponen de degradación de lo artístico. Al final el núcleo central del trabajo, es pues: el juego entre la fotografía como expresión artística, que no alcanza a representar la realidad aunque es la que más se le acerca, y las reproducciones fotografiadas, que buscan parecerse al original sabiendo que nunca serán auténticas.