JOSÉ JURADO.

En lo que debieron ser los jardines y piscinas del famoso hotel ilegal en la playa del Algarrobico en la población de Carboneras (Almería), nos encontramos palets con los materiales que restaban para finalizar las obras y que se han quedado petrificados por el paso del tiempo y la erosión. 

Una metáfora fehaciente del inmovilismo de un país y de agresión al territorio, donde nos encontramos con los que quieren derribar el hotel y aquellos que prefieren mantenerlo. Mientras tanto allí siguen esas “esculturas” viendo pasar el tiempo y recibiéndonos a los pies del Hotel en un jardín un tanto particular.