XVI BIENAL DE FOTOGRAFÍA DE CÓRDOBA
Hace una década supimos de la caída del coloso financiero LehmanBrothersy oficialmente se nos dijo que habíamos entrado en una crisis de consecuencias incalculables. Esta situación hizo que me interrogara sobre la función social del arte, el presente y el futuro de la institución artística, su evolución y sentido. Decidí profundizar en el modelo de la recuperación de espacios obsoletos y su reconversión en instituciones culturales, tan costoso e internacionalmente replicado desde los años 1980s. Me fascinaba la idea –casi utópica- de dotar con una segunda vida a estos lugares olvidados, de transformarlos, mediante la cultura, en otros lugares con misiones y funciones distintas, creando públicos nuevos. ¿Serviría este “milagro” para recuperarla memoria de estos enclaves y proyectarla hacia el futuro? Un ejercicio necesario para cualquier sociedad. Ya entonces me preguntaba si se haría con respeto y sería viable en contextos decontracción económica. Si seríamos capaces de mantenerlos y evitar fenómenos indeseables como la especulación abusiva, la guetificación y la gentrificación…