Su actividad pionera, integradora y didáctica en la gráfica está reconocida por la crítica. Se le considera el primer vanguardista de la pintura contemporánea en Málaga de la segunda mitad del siglo XX y su capacidad para animar o fundar grupos de artistas ha sido esencial para el desarrollo artístico malagueño. Ha sido animador, propagador, docente o partícipe en cuantos grupos de grabado, eventos o reuniones de grabadores se han celebrado en Málaga desde 1970.
Lindell es un rayador, un ejecutor de punteados, arañazos y trazos someros y precisos, rehuyendo siempre de la virtuosista teoría del trazo dureriana. Sus sombreados de fuertes rayados paralelos, si le buscamos un parangón, participan de la monumental sobriedad del Mantegna: directos, seguros y nada decorativos para resaltar la corporeidad. Y cuando no raya, sobreimpresiona el soporte, como en sus inicios, pero con sutiles y breves encajes en las pequeñas y recientes estampas finiseculares.