Hubo un tiempo en el que el nombre de José Garnelo y Alda (Enguera, Valencia, 1866-Montilla, 1944) resonó en los ambientes culturales de toda España, como un pintor que encontró una voz propia, también como un pensador sobre el arte, subudirector del Prado y primer maestro de Pablo Ruiz Picasso. El huracán de vanguardias del siglo XX se tragó en buena parte su nombre, pero en Montilla, su ciudad, le siguen recordando. Ahora empieza su año al cumplirse los tres cuartos de siglo de su muerte.