VOCES PATRIMONIALES: homenaje a artistas andaluzas olvidadas por la historia.
Josefa Cano es una artista multidisciplinar que nunca se cansa de explorar las posibilidades del color, la forma y los materiales, va simplificando, quitando lo superficial, revisando las relaciones entre la abstracción, las improvisaciones ornamentales y la iconografía floral y botánica, con una sensibilidad volcada al constante dinamismo. Dejando actuar al sentimiento, aportando a todo su trabajo un enfoque distintivo, armonioso, rítmico y sensible, con el color y los objetos cotidianos como herramientas principales.
Siempre trabaja con la estructura circular. El círculo ha sido, desde una constante, algo más que una figura geométrica: ha sido un símbolo. No podemos olvidar que el círculo posee connotaciones místicas que se remontan al origen del hombre. Recordemos el círculo de Salisbury (Stonehenge), los mandalas budistas o la Rueda de la vida de Vishnu-Surya, en la India. Desde muy antiguo, el círculo ha aunado austeridad e ideal. Su perfecta sencillez (en tanto forma geométrica esencial) ha sido ejemplo, a menudo, de aspiraciones utópicas. El círculo es indisociable de la ciencia y progreso humanos: desde la rueda a Copérnico. Desde la concéntrica propagación de las ondas a las antenas parabólicas o los aceleradores de partículas. Incluso hoy encierra cuestiones que siguen despertando la curiosidad humana como en lo referente a la cuadratura del círculo. Todo esto nos sirve para entender mejor que esta forma, por su omnipresencia en nuestras vidas e historia, ha poseído desde siempre un gran atractivo para los artistas en todas las épocas y culturas.
Aborda la interpretación de una teta, con colores, líneas y figuras geométricas intercaladas con flores. Su método no tiene nada que ver con la noción tradicional de aplicar pintura con una brocha sobre un lienzo, papel o madera. La artista selecciona meticulosamente los tejidos y con gran detalle los objetos cotidianos para componer el pezón y la areola del propio seno. Todas sus piezas son abstracciones artísticas del pecho de distintos tamaños. Como una parte que caracteriza el cuerpo de la mujer, al pecho se le ha codificado mediante connotaciones de "bueno" o "malo".