Frente al castigo de Sísifo, condenado a repetir una acción penosa una y otra vez, Juan Suárez entiende la repetición como un proceso que facilita la variación y que produce, por tanto, el conocimiento y la creación.
Suárez ha intentado una y otra vez volver sobre sus pasos y reiniciar el camino para volver a andarlo, siguiendo, también, lo que en su momento escribió Samuel Beckett: "Inténtalo de nuevo. Fracasa de nuevo. Fracasa mejor".
De esta manera, se han establecido cinco puntos en el recorrido donde supuran estos cruces de sincronía también variable, puesto que es ahí donde se hace más fuerte la obra de Súarez. Para ello se han buscado, junto a algunos de sus grandes hitos, como por ejemplo la serie que parte de El tránsito de la Virgen de Mantegna, mostrar otros conjuntos menos conocidos y poco o nunca expuestos, sin obviar, aunque relativizando, determinadas etapas.
La última sala donde se presenta una nueva producción que, como en otras ocasiones, parte de trabajos anteriores, ejemplifica, quizás como ninguna, lo que hemos intentado hacer con la complicidad del autor: un relato inestable y descentrado, pero también sólido y nuevo.