Exposición de El Cuarto Lúcido
LUIS RODRÍGUEZ
En un intento casi desesperado por frenar el tiempo, este proyecto trata de captar las sensaciones generadas por los espacios de la vieja Casa de las Titas. Una construcción anónima y mágica que entre sus pesados muros mantiene una atmósfera llena de memorias, luces y sombras. La Casa persiste, con su silenciosa presencia, en evocar un sentido de profundidad y continuidad que se intuye cada vez más perdido por la velocidad y transparencia del mundo actual, donde nuestra capacidad para recordar se ve cada vez más debilitada.
Las fronteras entre nuestro cuerpo y el de la propia casa desaparecen, actuando ésta como marco sensible donde encontrarnos a nosotros mismos a través de emociones y recuerdos. Estas condensaciones en el espacio parecen detener el tiempo por un instante donde hacernos uno con la frágil y efímera belleza de todo lo que nos rodea.