Exposición de Julio Curieses.
Habrá quien sólo sea capaz de mirar hacia una pared de la cueva, bien por impedimento o por abandono, es más, y que fuera capaz de matar, si alguien viniera a indicarte otra realidad o le señalase la salida de la gruta.
Así ya nos lo contó Platón aunque lo relata de forma metafórica en su "alegoría de la caverna", ante el advenimiento de la muerte de Sócrates, como luz que podría dar la verdad.
Y es que la luz posee esa doble función; de iluminar y de producir sombras, siendo que esta polaridad también existen en las obras de Julio Curieses, que muestra a la vez lo bello y lo terrible, la mortalidad y la vida.
Su última serie titulada "La Caverna", viene a recordarnos la ceguera de aquellos prisioneros al quedar expuestos a la luz de la verdad, pues sin duda requiere de la voluntad de conocimiento la aceptación de los posibles mundos que nos rodean. Así como Julio Curieses, a través de sus recurrente simbolismo de la luz y metáfora sobre la sombra, que ya imponía en sus series informalistas de los años 90, viene ahora de forma más explícita, mediante recursos tecnológicos, a plantearnos unas estructuras diletantes para común anhelo de entendimiento de la propia vida.