Un artificion de Pablo Sycet Torres (Huelva, 1953) y Julio Manzanares que ha rescatado las obras de 7 artistas que murieron estigmatizados por el SIDA: Costus, Pepe Espaliú, Diego Figari, Alfonso Medina, Joaquín de Molina y César Nicolau.
Hace cuarenta años, la sentencia de muerte que significaba en gran parte de los casos el diagnóstico, se "escondía" para la mayor parte de la población. Nadie hablaba -o muy pocos- de "prácticas de riesgo" (la forma real en que se producían y producen los contagios) sino de "grupos de riesgo", señalando a colectivos sociales vulnerables y en los que si el impacto de la enfermedad fue grande, aún mayor lo fue -y sigue siendo- el del estigma de una sintomatología que, aquellos conservadores radicales, vinculaban con "enfermedades bíblicas", como si el dios justiciero de la normatividad social debiera hacerse cargo de los "desviados". Imaginen hoy que en lugar de aquellas "prácticas de riesgo" que nos enseñaron desde aquel fatídico 14 de marzo en que la realidad se nos reveló cruda con el inicio del confinamiento, se nos hubiese hablado de "enfermedad divina" que arrasaba con los "nuevos malditos" -¿quiénes serían ahora? ¿ancianos? ¿sanitarios?- tiembla uno sólo de pensar en que a alguien se le hubiese ocurrido plantear tamaña majadería e injusto señalamiento. Hoy nos preguntamos por la información y los efectos de esa "posverdad" que nos ha enfangado aún más la dificultad de un tiempo inesperado, olvidando que la complicidad de los medios fue entonces necesaria para mantener el hostigamiento y el sensacionalismo en primera plana.