De Loreto Bayo, con poemas de Graciela Escudero.
Como indica Álvaro Bayo Neira, historiador del arte, en la presentación de la muestra, las flores que se ofrecen en esta exposición se sitúan en un mundo entre el real y el imaginado. En muchos de sus lienzos, la pintora Loreto Bayo no pretende imitar las flores reales sino que, haciendo referencia a los bordados de los mantones de manila, desarrolla una simbología propia.
En esta serie de obras, por lo tanto, la flor bordada es sacada del contexto del mantón para verse aislada en el lienzo; la artista recurre en cada caso a multitud de experimentaciones de formas y colores para finalmente contemplar el valor estético de cada nueva creación. Con cada nuevo proyecto nace una nueva flor con un carácter propio, de ahí que tengan especial valor los nombres que la autora le otorga a cada una de esas flores, añadiendo aún más personalidad a sus pintura.