Bajo las carpas blancas que rodean este céntrico enclave sevillano se encuentra una representación de las asociaciones, comunidades, movimientos y grupos eclesiales con presencia en el tejido laical sevillano. Pero la muestra no se queda en eso, en una exposición sin más de lo que cada sector puede ofrecer al resto de la comunidad. Es mucho más. Para empezar, la plaza de San Francisco se convierte este fin de semana en un espacio para compartir, para el encuentro. También para la oración y la fiesta, para la reflexión, la música y los testimonios.
Este año, la muestra coincide con dos eventos relevantes para la Iglesia: la jornada del Domund y la celebración del Sínodo de los Jóvenes. En momentos puntuales de la muestra hay un eco de ambos acontecimientos, que no pueden pasar desapercibidos.