Consientes de nuestras limitaciones, aunque no necesariamente resignados ante las mismas siempre, los hombres y mujeres hemos sido, entre otras cosas, animales de prótesis a lo largo de los siglos. De entre todas estas, no ha sido el libro prótesis menor. Y como casi siempre, satisfecha la necesidad primera nos ha asaltado una sed de tristeza que nos ha llevado a embellecer lo que ya era de por sí útil. Una muestra de estas prótesis de la memoria, de la imaginación, de la vida, de la realidad, es lo que recoge nuestra nueva exposición temporal en sus dos salas. En la primera de ellas, una aproximación a la Historia del libro, desde antiguos soportes y útiles de escritura hasta textos señeros de nuestra literatura, pasando por los bellos códices del medievo, los primeros balbuceos de la imprenta, o las bellas encuadernaciones... La segunda sala, a través de antiguos originales, nos llevan a esos siglos llamados de Oro que abarcan desde la publicación de la Gramática de Nebrija hasta el fallecimiento de Calderón de la Barca. Es nuestro pequeño homenaje a Miguel de Cervantes en el IV Centenario de su muerte.