Muestra fotográfica de Erika Kruse.
Erika Kruse. Nacida y criada en Alemania, desde niña se interesó por la fotografía, realizando sus primeros ensayos con la cámara de su madre. Para complementar su trabajo como doctora, siempre ha considerado la fotografía como una compensación creativa y relajante. Su primera cámara fue análoga, más tarde reemplazada por una reflex digital.
Mucho más importante que la técnica, considera la percepción de la atmósfera y el descubrimiento de las historias que nos puede contar una foto.
´Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos´, dijo Saint-Exupéry. Erika dice haber aprendido mucho en diversos grupos fotográficos y en la Royal Photographic Society de la cual soy miembro licenciada. También es miembro del Colectivo Imagen en Fuengirola, disfrutando del intercambio de ideas, de exposiciones, y de una gran variedad de talleres.
La luz, los diversos paisajes, el mar y la sinceridad de las personas son un reto para el ojo fotográfico y hacen que se sienta acogida cómo en su país. El tema `Lugares abandonados´ siempre le ha fascinado. Para esta exposición en Las Tejerinas, presenta una selección que “irradian una belleza peculiar”, tomadas en diversos países, la mayoría en blanco y negro.
Ante todos esos edificios, ruinas, buques naufragados y molinos entregados al olvido, la fotógrafa se pregunta “cómo habrían vivido y trabajado la gente en esos tiempos”.