Lugares vacíos es un reflejo más de la apuesta municipal por el tejido cultural de la ciudad, así como por la de los jóvenes creadores. El título de la muestra hace alusión a la situación vivida estos últimos meses de confinamiento y del que la sociedad está empezando a salir.
La exposición está compuesta por 25 piezas de cuatro artistas malagueños nacidos todos ellos en 1996. Ellos son Juanma Cabrera, Ana Pavón, Marcos Barrientos y Encarna Cortés. Para esta muestra han realizado una selección significativa de su incipiente obra, constituyendo un testimonio de este inicio en la creación pictórica y plástica.
En la obra de Juanma Cabrera la estancia se deshace en una imagen trabajada con la materia polvorienta y difusa del carbón y el pigmento negro, permitiendo que el juego plástico e intertextual entre los elementos de la imagen, así como entre las citas y referencias a la historia de la pintura de interiores, cobre el protagonismo. Siendo consciente del pesado bagaje histórico que arrastran estos espacios interiores de representación, esta visión nublada, oscura y distorsionada es consecuente.
Marcos Barrientos cuestiona el cuadro como artefacto de representación, mediante la exploración y relectura de recursos de la pintura barroca, sobre todo española y holandesa, junto con ciertas estrategias figurales y de desreconocimiento de la pintura contemporánea.
Ana Pavón presenta un proyecto pictórico que explora las capacidades plásticas de la idea de lo oculto como método de seducción, con el fin de crear la ilusión y generar la curiosidad que obligará al ojo a acercarse a aquello que a la artista le interesa: la superficie pictórica. La propia pregunta se presentará entonces como el verdadero contenido de la obra, la pregunta más que la respuesta, el envoltorio más que lo que esconde.
Una vuelta de tuerca a los objetos domésticos es lo que nos presenta Encarna Cortés, que realiza la composición de una serie de objetos domésticos donde la artista trata de despojar al objeto de su uso funcional para supeditarlo a la contemplación estética y ofrecerlo al mercado utilizando la ironía para establecer su crítica al entorno mercantil.