Esta muestra pone el acento en la creación de gran formato llevada a cabo por el artista, con una veintena de obras realizadas en distintos periodos del siglo XXI y no expuestas anteriormente en Sevilla.

La exposición, dedicada a uno de los campos más prolíficos y plenos de la obra de Gordillo, complemata la fórmula planteada en Manicromático. Transformaciones del color en la obra de Luis Gordillo, que se enfoca en el uso del color como uno de los recursos gráficos del artista.

Firmamentos interiores. Grandes formatos (2002-2020), se articula en un trabajo bien diferenciado del artista en el que se da paso a una forma diferente de crear respecto a lo mostrado en la Sala Luis Gordillo. En este sentido, la seriación horizontal es abandonada por otra línea de trabajo que se basa en lo profundo.

Cronológicamente, la exposición comienza con la pieza titulada Aire a través de las ventanas, un gran tríptico de gran musicalidad considerado por el artista como una obra importante en su evolución. De la misma fecha que esta son Vegetal y nube, que pone de manifiesto esa profundidad; y Corazón y periferias, en la que el fragmento estructurado toma carta de naturaleza.

A la primera década de los 2000 pertenecen los desarrollos verticales: Ojos fuera, Sedimentos varios, El tercer acto y Two roses, obras de gran complejidad compositiva y de meditación lenta, tanto que tardaron años en realizarse. Y en la segunda década, Gordillo trabaja con lo inesperado, lo múltiple, entendiendo la evolución en complejidad en piezas desde Le petit souvenir a Parque Jurásico o a las dos versiones de Firmamentos interiores. Esta pauta de trabajo se consolida en dos obras fundamentales de la muestra: Globuloso Chicloide y Geneticisland.

Ya mediada la década de 2010, Hechos inesperados en lugares diversos reabre la idea de capas en profundidad, mientras que Vértigo o Keop’sPsychoanalysis tienen en común las superposiciones causales derivadas de los descartes que permiten convertirse en propósito inédito para transformarse en punto de partida.

Cierran la muestra Kilowatios Kilométricos y Una dramática objetual, las piezas más recientes, en las que el vacío es parte fundamental, para dar paso a Alma de robot líquido, que actúa como resumen de la exposición. En esta última, la complejidad, el orden, la estructura, el azar, la repetición y el ritmo ponen de manifiesto el vocabulario propio y siempre renovado de Gordillo.

Y es que, si durante gran parte del siglo XX, el artista había alcanzado todos los desarrollos imaginables, con la entrada del XXI volvió a revolucionar su creación para abandonar la comodidad de lo conocido y buscar dialécticas más sutiles y dificultosas.

Firmamentos interiores. Grandes formatos (2002-2020) se completa con una proyección realizada ex profeso en modo de bucle que muestra las fotografías tomadas por el propio artista durante unos meses de 2014. Así, a modo de diario, Gordillo exhibe imágenes de su entorno cotidiano junto con otras del proceso de realización de diversas obras.