La muestra está formada por 25 obras,
Marcos del Cid es Torremolinense de pura cepa, su aprendizaje es autodidacta y su pintura viene desde la infancia.
En esta segunda exposición individual, nos muestra una síntesis de su obra en la que prima el estilo impresionista con predominio de paisajes, bodegones y algún que otro acertadísimo retrato, alternando óleos con pasteles y carboncillos, derrochando todos ellos luz, color y sensibilidad.
Su pintura posee fuerza y armonía en el conjunto, su paleta, muy amplia en la gama cromática, la domina con gran agilidad y destreza.