La exposición Me duelen los ojos de mirar sin verte de Ana Segovia nos sumerge en una experiencia visual y emocional donde la ausencia se transforma en protagonista. Inspirada por la figura de Lola Flores y el cine clásico español, Segovia construye una narrativa pictórica en la que los personajes contemplan escenarios vacíos, cargados de tensión y deseo. Con una estética influida por el barroco teatral, el cine y el folclore andaluz, la muestra convierte al espectador en testigo activo de un juego de miradas, donde lo invisible cobra fuerza. Un homenaje a la memoria, la identidad y la potencia de lo que no se ve, pero nunca deja de estar.