De MARÍA SÁNCHEZ.
Crear en su sentido más amplio, disfrutar con cualquier medio de expresión, con un lápiz, un pincel o el objetivo de una cámara y plasmar cualquier objeto, pensarlo, estudiarlo y traspasarlo a un papel en blanco, a un lienzo en blanco. Este es el trabajo que la escultora María Sánchez se ha propuesto para esta exposición. Mirar la realidad desde distintos enfoques y mostrarlo a través del dibujo, la pintura o la fotografía, mirar al detalle, el color, las texturas, las formas y encontrar que puede llegar a ser una realidad distinta, descubrir que puede ser mucho más de lo que observamos. Separándose de su medio de expresión habitual, la escultura figurativa en bronce, aluminio o madera, se centra esta vez para sus obras en la naturaleza, en los objetos cotidianos, en la ciudad y en los rostros de personas cercanas reflejados a través del dibujo a color, mixta con acrílico, papel y fotografías. Medios todos en los que ha trabajado en otras ocasiones pero que no han encontrado un reflejo en las numerosas exposiciones que ha realizado a lo largo de su trayectoria. “No es un cambio de registro, es la necesidad de profundizar en técnicas que siempre han estado presentes en mi trabajo pero de manera muy superflua y mirar de una manera distinta para seguir avanzando en la escultura”