“More Sweetly Play the Dance” (Tocad más dulcemente la danza) del artista sudafricano William Kentridge (Johannesburgo, 1955) es una espectacular instalación videográfica de casi cuarenta metros de longitud por la que desfila una procesión infinita de personas en movimiento. Kentridge utiliza habitualmente este recurso en sus creaciones para reivindicar la individualidad del ser humano, la importancia del cuerpo y la fuerza de la danza para mantener a raya a la muerte.
El desfile de personas cargando sus pertenecías o diversos objetos evoca los desplazamientos migratorios por declaraciones de guerras, búsquedas de utopías o amenazas climatológicas, desde el convencimiento del propio Kentridge para quien “en el siglo XXI, la potencia humana de los pies es el método principal de locomoción”. “More Sweetly Play the Dance” combina dos aspectos muy importantes en la obra de este artista: la imagen en movimiento y los conjuntos de personas.
William Kentridge es reconocido internacionalmente por sus dibujos, películas y producciones de teatro y ópera. Su método combina dibujo, escritura, cine, performance, música y teatro para crear obras de arte basadas en la política, la ciencia, la literatura y la historia, pero manteniendo un espacio para la contradicción y la incertidumbre. La obra de Kentridge se ha mostrado en museos y galerías de todo el mundo, incluido el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo del Louvre de París o el Museo Reina Museo de Sofía en Madrid, entre otros muchos. Ha participado varias veces en la Documenta de Kassel (2012, 2002,1997) y en la Bienal de Venecia (2015, 2013, 2005, 1999 y 1993). Su trabajo se puede encontrar tanto en museos como en colecciones privadas de todo el mundo.