Recién celebrada en el OCIb la recreación de la Fiesta de Muertos mexicana, esta exposición incide en la riqueza folclórica de esta tradición, declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial Inmaterial de la Humanidad.
Se trata de 35 obras de otros tantos artistas que dan su interpretación personal a nuestra singular relación con personajes que ya no están en el mundo de los vivos pero que, además de continuar presentes con su legado, tal vez continúan aquí en alguna forma que mantiene los lazos que les unieron con sus seres queridos y, de un modo más general, con quienes les continúan admirando a pesar del transcurso del tiempo.