Concebida como un gran acontecimiento cultural, esta exposición, de más de 50 obras, se propone contribuir a un mejor conocimiento del principal artista del barroco sevillano en su ciudad, pues buena parte de su pintura salió tempranamente de ella hacia otros lugares. Se trata de la primera antológica de Murillo que se celebra en Sevilla, si bien prestigiosas pinacotecas de otras capitales han rendido homenaje a su figura y su producción. Así, el Museo del Prado en Madrid y la Royal Academy de Londres, esta última en 1983. Pero han pasado 35 años y Murillo exige que le celebremos con una antológica que presente lo más escogido de su trabajo.
La muestra establece, además, una relación con otros espacios de la ciudad que albergan obras del maestro. El proyecto ofrece un discurso estructurado en torno a su diversidad temática, de lo popular a lo religioso, a fin de superar prejuicios como el de Murillo como pintor de Inmaculadas y descubrir al artista que introduce un tratamiento insólito de los temas tradicionales, simplificando las iconografías y ofreciendo una versión más intuitiva. Asimismo, en cuanto a autor de pinturas de género, Murillo también logra adelantarse al gusto de la época, convirtiéndose en un referente que contará con numerosas reinterpretaciones en toda Europa desde finales del siglo XVIII. Sobre estos temas gira esta muestra para la que viajan obras de instituciones españolas y extranjeras así como otras pertenecientes a colecciones privadas.
El museo pone a disposición de las familias que lo soliciten, distintos recursos tanto para la exposición permanente como para la exposición temporal Murillo IV Centenario, en forma de recorridos y juegos (22, 23, 26, 27, 28, 29 y 30 de diciembre)