UN ARCHIVO AFECTIVO DE LA MONTAÑA
Adentrarse en el taller de Natalia Castañeda es asistir a una obstinada recopilación de insistencias, es acceder al registro de algo vivo, es transportarte a una meseta imaginaria rodeada de enigmáticas y a la vez inapelables cumbres. Esta exposición pretende trasladar algo de la experiencia archivística, táctil y emocional que supone franquear el umbral de su estudio.
Esta exposición se ha concebido como un lugar sensorial que celebra la emoción y el misterio de la materia glaciar, al tiempo que nos advierte de su fatal desaparición. Por eso también esta exposición es una obstinada recopilación de insistencias, el registro de algo vivo, una meseta imaginaria rodeada de enigmáticas y a la vez inapelables cumbres.