Fernando Higueras pertenece a la promoción CX de la Escuela de Arquitectura de Madrid, 1954-59, estudiantes que llegaban con la ilusión de desarrollar su profesión en un país donde había mucho por hacer a la vez que innovar.
Higueras es un arquitecto que se acerca a los movimientos pictóricos de vanguardia a la hora de desarrollar su obra. El desencofrado de su proyecto Fin de Carrera es un ejemplo: “rociaba el encofrado de gasolina prendiéndole fuego intentando la aproximación al abstracto”. Su carácter y su intuición le permitían pasearse por las múltiples disciplinas que dominaba, y sacar diferentes conclusiones de cada una de ellas, pero sin desvincularse de ninguna especialmente.
Gracias a esta diversidad y a sus recursos de expresión, su obra se va diferenciando claramente de la de sus coetáneos desde el comienzo de sus propuestas. El Refugio en alta montaña, donde empieza a investigar en torno a la potencialidad del círculo, cuya presencia y variaciones será una constante a lo largo de su obra, pasando por su proyecto Fin de Carrera, el Teatro Infantil y, rematando esta primera etapa, con sus Diez Residencias para Artistas del año 1960, evidencian este modo de hacer. Proyectos y propuestas que darán lugar a sus primeras construcciones, como Casa Lucio Muñoz, Casa Manrique, Casa Arche, Colegio Estudio y el edificio para Unión Previsora, unas primeras arquitecturas que ya contienen la genética de su inconfundible arquitectura.
Higueras no ha recibido en las últimas décadas, incomprensiblemente, la atención que merece. Esta exposición viene a cubrir esa carencia mediante la presentación tanto de su amplísima obra, dividida en seis periodos temporales, como de su multifacética figura creadora.