Israel Tirado
La muestra reúne un conjunto de piezas que juegan con la idea de la casa como elemento de personificación:
¿Qué representa una casa además del hogar?
Una casa es un refugio, un lugar íntimo que nos separa, aísla y protege del exterior. Diseñada con miles de propósitos y formas; para uno solo, una familia, varias familias o incluso un hotel.
La primera representación de la casa es el mundo y después la cueva de Altamira, conectada con los seres de las estrellas. Una morada más pequeñita, más grande, una casa dentro de una casa, un palacio o un refugio en la montaña. Una vivienda en un pueblo y una residencia en un punto cualquiera de la ciudad. Un hogar exento de paredes, con un baño o dos, tres cuartos, dos cocinas, una terraza amplia con jardín, piscina, también un andamio y un letrero luminoso.
Tu cuerpo también es una casa cuando te aíslas en mitad de la muchedumbre, te sientas en un parque y te abstraes de todo, te caes y te levantas de la cama. Si descubres que hay humedades, cuando te acaricia el viento o te tambaleas al recibir una noticia. La mente es un pasillo central de longitud inconmensurable con habitaciones infinitas, a izquierda y a derecha. Tú eres hogar de construcción reciente, una morada de constantes reformas, una residencia recién rehabilitada, un domicilio con fronteras.
Te conviertes en una vivienda cuando notas el paso del tiempo, ves caer la lluvia desde la ventana, abres un paraguas, tiendes la ropa recién lavada, ves caer el sol y sale la luna llena. Encarnas un hogar, cuando sientes a la familia, cuando ves crecer a los hijos, cuando los proteges, cuando te sientes en paz y en calma.
En un lugar cualquiera, de dirección cambiante, de relojes atrasados, formas variantes y de luces apagadas.
Tú representas una casa
Tú eres una casa