La base del trabajo fílmico de artista británica-palestina Rosalind Nashashibi (Croydon, Londres, 1973) es la relación que se produce entre los lugares y las gentes que en ellos interactúan creando diferentes tipos de comunidades afectivas. Si unimos a ello tanto un modo de entender el tiempo que necesita de cierta duración pausada para narrarse a sí mismo, como la grabación en 16 mm que proporciona un grano y, en cierto modo, una cadencia propia, tendríamos algunas de las claves del conjunto de obras.
La cuestión de los lugares es decisiva: los espacios donde se desarrollan sus ensayos visuales tienen en común su clausura mediante una delimitación y encierro natural o impuesto. De Palestina a Tahití, pasando por Guatemala o Lituania, la constitución política del presente es abordada mediante la elipsis.
El conjunto de obras seleccionadas para esta muestra establece un trío de dúos mediante la interrelación entre la obra fílmica y los espacios de transición que proporcionan sus trabajos pictóricos.