Dividida en tres partes y cuenta con 24 piezas conformadas por 15 obras (13 pictóricas, una escultura y un bajorelieves) y 9 documentos históricos.
Esta exposición tiene como protagonista una pintura, ‘Desposorios místicos de Santa Margarita’, atribuida al pintor renacentista italiano Francesco Mazzola, Il Parmigianino, al que recientes investigaciones dotan de argumentos para verificar su autoría. La obra es un claro exponente del estilo manierista del Renacimiento. Partiendo de la premisa de imitar a Miguel Ángel, este estilo está caracterizado por la voluntad de los autores de introducir su propio toque personal, su propia maniera.
Señala Mario Virgilio Montañez, que “seguramente ésta es la obra más valiosa del patrimonio artístico de la ciudad, llegada en 1872 a través de la donación de la misma a la capilla del Hospital Noble por parte de William B. Newbery, socio en Boston de los Loring malagueños. Tal vez la confusión de la protagonista del cuadro, Santa Margarita de Antioquía con su homónima italiana santa Margarita de Cortona, fundadora de hospitales y protectora de pobres, sea la causa de que esta pieza terminara en Málaga tras haber sido rescatada del expolio realizado por Napoleón en Italia.
Para comprender mejor la pieza de Parmigianino, datada presumiblemente en 1529, debemos considerar primero su asunto, un desposorio místico, al que se dedica la primera sección de la muestra, presidida por el lienzo de Parmigianino y documentos que relatan su llegada a Málaga y el interés por el mismo iniciado por Juan Temboury. Es el desposorio místico una vivencia espiritual, en el que las santas se desposan con Cristo, mayormente representado como un niño en el regazo de su madre para evitar toda sensualidad erótica en la escena. Esta experiencia fue patrimonio de un reducido número de figuras religiosas, siendo las más notorias Santa Rosa de Lima, Santa Catalina de Siena, Santa Catalina de Alejandría y Santa Teresa de Jesús. Entre ellas, Catalina de Siena es sin duda la santa que sirvió de base, más incluso que su homónima de Alejandría, para que los artistas italianos plasmaran escenas de desposorios místicos. Diversas escenas de matrimonios místicos se incluyen en nuestra muestra, a través de obras provenientes de la catedral de Málaga y una pintura conexa del Museo de Málaga.
La segunda sección se ocupa de la iconografía de los personajes de Il Parmigianino a través de obras de los siglos XVI y XVII: San Petronio (aunque es más probable su identificación con San Agustín, presente con la única representación de época que la orden agustiniana consiguió preservar en la ciudad), la Virgen con el niño (retratados por el barroco flamenco van Oost y en documentos barrocos malagueños), Santa Margarita de Antioquía (representada en una talla de escuela alemana del siglo XVI), el arcángel San Miguel y San Jerónimo (en su condición de ermitaño en pintura).
Finalmente, el espacio final de la exposición se dedica a la pervivencia del manierismo en los últimos siglos. La audacia formal del manierismo, del que también encontramos otras notorias muestras de los siglos XVI y XVII, se extenderá más allá de su época, con lo que podremos rastrear su influencia en el arte malagueño desde finales del siglo XIX (Pedro Sáenz Sáenz), el siglo XX (Pablo Picasso, Manuel Mingorance Acién, José Aguilera) y el XXI (José Luis Puche, en este caso partiendo de un original miguelangesco). Como expresión de la riqueza del patrimonio local, todas las piezas expuestas provienen de la propia ciudad de Málaga”.