Salvador Cabello empieza a hacer exposiciones en 1988. Su formación es en su mayor parte autodidacta, aunque estudió cursos de pintura, grabado, acuarela y técnicas del tratamiento de la madera en varias escuelas de la provincia de Málaga.
Trabaja el soporte de la madera para la mayoría de sus trabajos, usando la imprimación de creta para los fondos, con un resultado que se aparta de la pintura convencional.