Exposicióm de fotografías de José Manuel Martínez Bellido.
La exactitud que permite la fotografía, vincula a su contenido con conceptos como descripción, narración o representación, y eso es una realidad incuestionable, más aún cuando las instantáneas de las que hablamos, datan del primer cuarto del siglo XX, valor que la aleja de cualquier programa informático de edición, pero, no en esencia, del manejo humano. Martínez Bellido (Cádiz, 1992) manipula las imágenes que constituyen esta exposición para abrir un campo al imaginario desprovisto de la identidad del protagonista y del artífice para mostrarnos un espacio espectral y virgen que espera, más que la lectura del espectador, su propia reescritura.
Ésta es - o, mejor dicho, fue- la historia de Sam Wright, el álbum de un individuo que existió y cuya presencia ha quedado subrogada por el artista a sus propios momentos, actuando éste como un mago capaz de construir con su propia sensibilidad una realidad paralela. En las imágenes, existen analogías que son más elocuentes como significantes, que por sus propios significados, pero que, en cualquier caso, establecen principios de esquemas, socialmente construidos que funcionan limpiamente como productos mentales.