Manuel Senén abre un nuevo ciclo de exposiciones de la Diputación dedicado a los jóvenes artistas plásticos.
Las líneas de color amarillo forman parte del imaginario colectivo de algunos deportes como el baloncesto y cobran importancia como elemento delimitador del espacio más allá de su contenido geométrico. Pero también pueden señalar peligro. Esta dualidad simbólica es el principal objetivo del joven artista Manuel Senén en su primera exposición individual, que se inaugura en la Sala Ático del Palacio de los Condes de Gabia.