Exposición de fotografía.
En colaboración con la Embajada de Cuba en España. Imágenes de la isla caribeña desde tiempos de la revolución hasta la actualidad. Un retrato social sobre el mundo rural y urbano.
La relación entre revolución y fotografía en Cuba es de vieja data. No había triunfado aún el proceso revolucionario y ya existían imágenes que documentaban sus hechos más importantes. Después de enero de 1959, Cuba se convirtió en un laboratorio informal pero muy creativo para la fotografía documental. Los años sesenta fueron el espacio idóneo para que surgiera lo que luego se denominó la “fotografía de la épica”, en consonancia con el registro de la turbulencia de aquellos años, las imágenes de los líderes, de las grandes concentraciones populares, en fin, de los avatares de la revolución.
Posteriormente, en los ochenta, la fotografía cubana se actualizó con los códigos internacionales y a partir de ese punto otros temas fueron los que centraron la atención de los artistas del lente: la religiosidad, la población, la infancia, la marginalidad, el cuerpo, el sexo, el campo y las ciudades, entre otros. Se diversificó así el imaginario de la sociedad cubana y se hizo más rico aún el acervo de la iconografía insular. En los años noventa, y en adelante, la fotografía cubana estuvo a la altura de la de otros países de Latinoamérica.
Esta muestra de la Fototeca de Cuba presenta varios intereses curatoriales. En primer lugar, la selección de los artistas, entre quienes hay algunos clásicos como José Agraz y Jorge Valiente, otros ya de un reconocimiento establecido como Humberto Mayol y José Julián Martí, fotógrafos más jóvenes que están actuando ahora mismo en el panorama del lente de la isla. En el medio de estos extremos, aparecen artistas, jóvenes aún, pero que ya son reconocidos en la historia de la fotografía cubana como Raúl Canibano, Ricardo G Elías, Liudmila y Nelson (Liudmila Velazco y Nelson Ramírez de Arellano), Ossain Raggi, Jorge Luis Álvarez Pupo, Leisis Quesada, entre otros. También a modo de cierre aparecen los más jóvenes.
Por otra parte, es muy interesante el espectro temático que se nos ofrece, pues en estas fotos aparecen unidos un jirón histórico y la actualidad vital. Es la Cuba de hoy la que predomina y los artistas seleccionados han sabido brindar esa perspectiva desde sus fotografías. Finalmente, las fotos son de calidad indiscutible, con imágenes muy bien encuadradas, limpias, con excelentes juegos cromáticos, el uso de las luces y las sombras así como una referencialidad que permite el análisis sociológico visual de las mismas.
La muestra se abre a un diálogo con los espectadores que será el que dirá la última palabra. Pero queda claro, en la saga de imágenes, la evolución de nuestra fotografía y un botón de muestra de nuestra realidad.