La instalación parte de una obra que realizara la artista en 1986 bajo el título Leche y sangre. 25 años después retoma la investigación iniciada en ese momento para construir otra instalación con claveles rojos y que esta vez toma como punto inicial de desarrollo conceptual el libro de Byung-Chul Han, del mismo título, La salvación de lo bello. Para la artista, ahora igual que entonces, el paradigma de la belleza supone un posicionamiento radical en el momento actual del desarrollo del arte contemporáneo. Una idea controvertida desde los ismos y que se opone a lo abyecto como uno de los temas de la postmodernidad. En esta obra, 32.000 claveles rojos trepan y se integran en los muros de hormigón de la arquitectura brutalista del centro de arte, para de alguna manera oponer lo orgánico a lo estructural. La instalación tiene un componente de análisis de las formas geométricas que podrían encuadrarla en el postminimalismo o en la contra-crítica de lo formal.
Soledad Sevilla estudia en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi (Barcelona). En los años 70, y tras un período en el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense de Madrid, su obra pictórica utilizará la geometría como una base normativa. Es también reconocida por sus instalaciones inmersivas con una intensa relación con lo arquitectónico y la pintura. Ha expuesto de manera individual en el CAAC Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla), IVAM (Valencia) o Palacio de Velázquez (Madrid), entro otros. Ha recibido el Premio Nacional de las Artes Plásticas y la Medalla de Oro de las Bellas Artes.