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La Suite Vollard se compone de 100 grabados, fruto de la relación de Pablo Ruiz Picasso con el marchante Ambroise Vollard, una figura clave en su vida. La serie es una de las pocas completas en el mundo de esta obra cumbre del grabado del siglo XX. En su origen estuvo compuesta por 97 grabados realizados por el artista entre septiembre de 1930 y junio de 1936, a los cuales se sumaron tres retratos de Ambroise Vollard en 1937.
Los 5 temas de la Suite Vollard
La Suite Vollard es fruto de momentos intensamente creativos del pintor malagueño. Los años 30 son el periodo de plena madurez de Picasso. Después de pasar por diferentes estilos, habiendo indagado y desarrollado el Cubismo, estaba familiarizado con todos los lenguajes y técnicas artísticas. Seguridad creativa que le permitió apartarse de las tendencias de vanguardia y volver a los modelos clásicos de expresión, una decisión que le valió no pocas críticas de amigos y artistas inmersos en las corrientes más renovadoras. En esta etapa, el artista, a modo de diario íntimo, fue desarrollando sus obsesiones personales en obras como la Suite Vollard.
Dejando al margen los tres retratos de Vollard, los grabados se articulan en torno a cinco asuntos temáticos: Temas varios, El taller del escultor, el Minotauro, Rembrandt y La batalla del amor.
Temas Varios
Narra día a día la vida íntima y la evolución del arte de Picasso: sus preocupaciones estéticas, sus amores, sus estados anímicos y sus dudas como artista en relación con la modelo, la obra y su amante. Todo ello se entremezcla en este conjunto de 27 grabados que, al contrario de lo que ocurre en los restantes bloques, no están relacionados por ningún tema común.
El taller del escultor
Picasso dedicó el trabajo más intenso a esta serie, con 46 de los 100 grabados. En este tema desarrolla una y otra vez la relación entre el artista y su modelo, imagen que volverá recurrentemente a la obra de Picasso a lo largo de su vida y en la que el artista establece una relación erótica con la figura de la modelo, en la cual podemos reconocer el rostro de su amante Marie-Thérèse Walter.
La batalla del amor
En La batalla del amor, Picasso desarrolla la relación erótica con la modelo, que se hace mucho más violenta, incluso agresiva.
El Minotauro
Las planchas de esta serie son más tiernas y melancólicas, a la vez que dramáticas. El Minotauro es un personaje enigmático y recurrente en la obra de Picasso. El artista se identifica siempre con él, con su impulso sexual y criminal, pero también con su ternura y soledad, con su sufrimiento.
Rembrandt
Por último, cuatro planchas están dedicadas a la figura de Rembrandt, el otro gran maestro del grabado con el que Picasso mantuvo una relación de admiración y rivalidad.